Por
más que miro y remiro
por más que miro, no veo
y no obstante lo deseo
mas de tu rostro me olvido
y en tus ojos ya no leo
que el verano siga vivo.
Por más que miro y remiro
por más que miro, no siento
a las hojas volando lento,
tu perfume ya no respiro
y a tu sueño yo consiento
aunque ya no esté dormido.
Por más que miro y remiro
por más que miro en el aire
no entiendo el desaire
de tu vestido de lino,
ni que al papel yo deslaide
con estos versos que rimo;
y el color no deja que baile
con esos tus ojos divinos
que se esconden a socaire..
Por eso al otoño yo conmino
sin desmerecer a su madre
que adore a su dulce reina
su majestad Sara Donaire.
Obra de Ángel de Cáceres que ha inspirado este poema, retrato de mi amiga Sara Donaire.
por más que miro, no veo
y no obstante lo deseo
mas de tu rostro me olvido
y en tus ojos ya no leo
que el verano siga vivo.
Por más que miro y remiro
por más que miro, no siento
a las hojas volando lento,
tu perfume ya no respiro
y a tu sueño yo consiento
aunque ya no esté dormido.
Por más que miro y remiro
por más que miro en el aire
no entiendo el desaire
de tu vestido de lino,
ni que al papel yo deslaide
con estos versos que rimo;
y el color no deja que baile
con esos tus ojos divinos
que se esconden a socaire..
Por eso al otoño yo conmino
sin desmerecer a su madre
que adore a su dulce reina
su majestad Sara Donaire.
Obra de Ángel de Cáceres que ha inspirado este poema, retrato de mi amiga Sara Donaire.