Si alguien la vuelve a ver, dígale que nunca dejé de escribirle, aunque mi alma se haya quedado sin tinta.

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domingo, 24 de septiembre de 2017

ESA, TU SONRISA DORADA.

Te observo serena,  adormilada
cuando clarea de nuevo el día,
y me pregunto, lo hago todavía
¿Cómo dibujas esa sonrisa dorada?

Labios pintados, dulce mirada,
en mi alma aflora fantasía;
me sigo preguntando, una vez más, todavía…
Que cómo dibujas esa sonrisa dorada.

No importa donde el sol se ubicara,
ni si la luna hace dormir al día;
me pregunto… ¿dónde tienes la alcancía?
en la que guardas esa sonrisa dorada.

A veces…
Aunque el dolor quiera que esté borrada,
con ella lo atacabas y lo vencías;
y la mañana, la tarde y noche presidias
con esa dulce sonrisa dorada.

Sonrisa…
Reflejo de guapa probada
que destila  mil poesías;
esa. que tiene mi alma trabada
en sinfín de algarabías,
a esa la quiero yo acurrucada
hasta el final de mis días.
Esa, que tuve la corazonada,
esa,  por la que mi corazón aplaudía;
esa que dejo para siempre
a la soledad que dormía.
Esa que está enamorada,
que para todos es simpatía;
suave, etérea, dulce llamarada
que  hasta al sol se enamoraría.
No lo puedes remediar (querida)
ninguna toxina  tienes guardada,
eres así, durante todo el día
con el que sale, el que entra y aún quebrada…
Desbordas al mundo  de luz  y alegría
con tu radiante sonrisa dorada.