TÚ, MI CIELO LINDO DE ESTRELLAS.

Eres sonrisa que destella

en el corazón del amante,

y como celestes diamantes;

tú, mi cielo lindo de estrellas.

Cual sublime y rubia doncella

con solo mirar un instante,

inspirarías poemas a  Dante;

tú, mi cielo lindo de estrellas.

Por las gentes dejas la huella

de ese primor, tu talante,

y voz de fonemas bien sonantes

tú, mi cielo lindo de estrellas.

Eres cielo lindo de estrellas

que enamoras, apasionante,

con la faz, con alma bella
y una pasión apabullante

cual cielo lindo de estrellas

que a las lágrimas espante;

un rastro de almas, tu huella

en sobrevuelo fulgurante

una mujer por siempre bella;

así eres irisado estandarte

tú, mi cielo lindo de estrellas.

REAL COMO EL FUEGO.

Aroma de ardiente leña

que inunda mis sentidos,

bien que me sienta dormido

a mis fantasmas desdeña.

Aroma de ardiente leña

que aunque esté aterido,

trae tu calor decidido

y mi alma vuela, sueña.

Aroma de ardiente leña

amor en deseos perdidos

en unos paseos engreídos

pisando la agreste breña.

Aroma de ardiente leña

temblores a flor de piel

y mi corazón se preña

con besos dulces de miel;

abrazos que me despeinan,

caricias de mano fiel,

no sé si sientes lo mismo…

¡Eso espero par diez!

Lindas ninfas de cairel

que van, y nos presentan;

y se quedan a la espera

de una mirada, de un desdén;

Mucho tiempo pasará

mas yo nunca olvidaré,

ojos que hacen soñar,

y un dulce fin de semana

en Santa Ana la Real.

CANTA, MI CANTORA.

Canta, canta mi cantora,

canta al lirio y al clavel,

entona fusas de Rabel

que a mis sentidos acaloran.

Canta, canta mi cantora,

declámame rimas de miel,

musa de brisa y vaivén

navegando entre las olas.

Canta, canta mi cantora,

vuela a mis manos, ven,

que por una vez o cien

te oiré en mi caracola.

Canta, canta mi cantora,

dame tu voz en parabién

cual arrebatada acerola

que acaricia mi piel;

canta, canta mi cantora

canta y no mires a quién

canta dulce amapola,

y con micro verde de pie

mueve tu bata de cola.

UN AMOR A CAPAS.

Esquilache la hizo legal

y así mermó su vuelo

para que no sirviera de velo

ocultando al mundo una faz.

Bajo luz blanca mordaz

revolotean con anhelo,

para dibujar en el suelo

un halo de oscuridad.

Capotes de torear

en un callejón severo,

como trasnochados serenos

que te abrían el portal.

Capas de noche fatal

bajo bóveda de caramelo,

luna, cual blanco fanal

que esclarecen todo el cielo,

la pared y el ventanal.

Capas de noche fatal

simulando "revoleos";

una pareja, un amor del arenal

en un oscuro paseo.

(Foto de mi amiga Bego Sánchez inspiración del poema)

SOÑANDO EN EL MURO.

Cada día sueñas lo mismo
la libertad tras el muro,
y ese sueño, si me apuro
te abocará al chabolismo.

Pateras haciendo de istmo
entre la luz y lo oscuro,
el sueño puede ser duro
aun acogido al catecismo.

Cual lacado de cubismo
tras los ladrillos me figuro
que fantaseas con un futuro,
evadido del negro abismo.

Sueña, pequeño niño…
En esta estación yo te auguro
sin lugar a pesimismos,
que siento un corazón puro
independiente de ateísmos.
Y desde esta, mi vía figuro
sin un ápice de purismo,
que en esa pared yo aseguro
que soñarás anarquismos.