Me robas tantos besos...
Esos que a diario acontecían
esos besos con apremio,
sin mentira ni artificio
que mi boca a gritos pedía.
Me robas tantos abrazos...
Que en las esquinas sorprendían
abrazos de milenios
abrazos sin calendario
abrazos que me aturdían.
Me robas tantas miradas...
Esas que a escondidas concedías
con suspiros de breviarios;
mis ojos fueron depositarios
de lo que tus ojos difundían.
Me robas con todas tus risas...
Las penas que se me diluían
y me siento un emisario
de tu risa de buen fario
que a veces se me perdía.
Para mirarte no tengo horario
no se acaban las horas todavía
y como vate transitorio
te hago rimas día a día.
Pues me robas hasta la sonrisa
que yo mismo desconocía
que tenía entre los labios.
(c) José M. Bou 2023