que a tus ojos ilumina,
una llama que fascina
y que en mi corazón arde.
con tus lágrimas que son cortinas
producidas por las espinas
de los hombres y sus alardes.
de este atril donde profeso...
estas mis letras de amor
que desde aquí yo te expreso.
y a Ti Madre mía, me acerco
pues de tus ojos estoy preso,
para posar subyugado una flor
con mis labios y en un beso.
de vocablos inconexos,
ya se duermen, y yo ceso,
y al final de todo, mi pasión
he querido que sea solo eso:
unas palabras de amor
reflejadas en un beso.