y el sol a tu ventana asoma,
despierto, inmerso en tu aroma
y mi amor también despierta.
Si se nubla por torpeza
Ra se esconde tras la loma,
la luz del día se emborrona,
y mi amor prosigue ¡Que entereza!
Con el crepúsculo que empieza
el mediodía se desploma,
y mi amor en tu tahona
sigue en ascuas, con majeza.
A la oscuridad da paso el día
"pa" que la noche amanezca;
no destroces mi armonía
que tu amor no se desvanezca;
quiero degustar tu ambrosía,
que los reproches enmudezcan
no destroces mi armonía
que tu amor no se desvanezca;
quiero degustar tu ambrosía,
que los reproches enmudezcan
y a través de tu celosía
quizás, alguna vez yo merezca
que sientas tuya esta poesía
y mi admiración te enternezca,
regalándome por cortesía
un atisbo de tu belleza.