Escribí un poema de atardecer,
añoraba tu amor devolverte;
mas recibía una sonrisa inerte
que ni siquiera podía agradecer.
Las hojas no querían ceder,
el otoño no ansiaba tenerte;
detestaba mi muy mala suerte,
y ya no podía componer.
Deploro haber sido crupier,
de tu alma, ruleta inerte;
no quiero vivir en esa muerte
jamás te llegué a comprender.
Sí, echo de menos tu piel
mas no lloro por tenerte,
también siento tu fría hiel...
¡Me duele tanto quererte!
No se…
¿Por qué me quisiste descoser?
tampoco pude detenerte;
mas si alguien te vuelve a ver,
por favor al oído te diga:
que nunca dejé de escribirte
aunque mi alma y todo mi ser
no tenían ya ni gota tinta,
ni nada más que decirte.
ni nada más que decirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario