que erramos por pedroches,
que el destino es un birloche
y te olvida en un jipío
Es realidad amor mío
que no ha de haber reproches
cuando el día se abroche
y el corazón este dormido.
Es certeza, amor mío
que no quiero ser fantoche
y a la idiotez la derroche
como un pequeño perdido.
Es verdad, amor mío
que quizás el amor trasnoche,
con sentimientos de espinos;
quizás el jazmín del porche
también se sienta dolido;
o quizás, ¡Oh dulce brioche!
aunque sea tu simple marido...
¿Dónde nos vemos esta noche.
en tus sueños, o en los míos?
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| Foto extraída de la página: psicologiaonline.com |
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