APRENDER A MIRAR.

Quizás de nuevo sentiré
el frío acero de tu espada
esa que tanto te es usada
de la cabeza a los pies.

Quizás de nuevo abriré
mis brazos a tu llegada
olvidaré el agua pasada,
para ti otra vez escribiré.

Quizás de nuevo discutiré
por mil chorradas de nada,
pasarán muy lentas las jornadas
y otra vez, acaso,  yo me iré.

Quizás de nuevo volveré
y encontraré la puerta cerrada,
ya para nada pediré
que me flanquees la entrada;
de cierto me equivoqué
por mi inteligencia limitada
por ello jamás añoraré
como era la vida pasada;
Siempre hay algo detrás de la pared
que escondió oculta la vida soñada
así que sin remedio me instruiré
para mantener mi boca cerrada...
Aprenderé también a mirar donde miré
y trataré de ver lo que desoyó mi mirada.

Foto extraída de la página: elconfidencial.com