De Ruth y José tornan pensamientos
con un fuego en abrasadora cuna,
Gabriel, sueña sin pena ninguna,
y en su madre repicaron lamentos.
con un fuego en abrasadora cuna,
Gabriel, sueña sin pena ninguna,
y en su madre repicaron lamentos.
Allí perdió un día triste su aliento
Aylan, arropado por blanca bruma,
Yaiza con su sonajero de luna…
y también repicaron sus lamentos.
Engarzadas con olas y espuma
sirenas que sufrieron un tormento;
Olivia se durmió en aguas brunas,
a Anna la acurrucó una noche el viento,
absolución no deseo ninguna;
sólo queda mi soneto de lamento.
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