Se me viene a veces a la boca
ese regusto salino, créalo
ese borbotear del piélago
que tanto placer me provoca.
ese regusto salino, créalo
ese borbotear del piélago
que tanto placer me provoca.
Ese runrún de olas me evoca
añoranzas de un gran céfalo
mareas llenas de mil pétalos
que mis penas me sofocan.
mareas llenas de mil pétalos
que mis penas me sofocan.
Mares que mi alma dislocan,
ese mar hasta en los tuétanos;
siempre es diferente, véalo
como rompe el agua la popa.
Sólo un traje de baño por ropa
y una piel color de ébano
el agua siempre, una bicoca
aunque gélida como témpano;
el sol quizá te equivoca
y torna el agua por un médano
siempre van y vienen las olas
que resurgen del océano
y se estrellas con las rocas.
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