Se marchitaba ya la flor
de la abuela, y en su moño,
hasta los mismísimos retoños
perecían en su albor.
de la abuela, y en su moño,
hasta los mismísimos retoños
perecían en su albor.
Parece que será "durador"
esto es un gran embrollo
el cuarenta ya no es escollo
para un termómetro percutor.
Se derrite hasta el sudor
y te quemas como un pollo
Pinchado en un asado criollo
con un fuego abrasador.
Ni un día el frio bienhechor,
parece que ahí está el cogollo
solo quiere infringir un dolor
que nos deja muy zorollos.
Las mujeres le ponen pasión
en un refrán ya muy ñoño
pero no exento de razón:
¡Estoy ya de la caló,
hasta el mismísimo coño!
(c) José M. Bou 2022
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