Las musas me despiertan
al abrir los ojos la mañana,
un café con leche desnatada
que en mi alma siempre acierta.
al abrir los ojos la mañana,
un café con leche desnatada
que en mi alma siempre acierta.
Las musas me despiertan
con inquietud descarada,
creación ilimitada
que a mis sentidos liberta.
Las musas me despiertan
tras una noche lastrada
con creaciones maniatadas
que el triste sueño revienta.
Las musas me despiertan,
con sus bocas desbocadas,
que cada día me ofertan
una tabla no pintada.
Las musas siempre alientan,
con camisas escotadas
unas musas que detestan
una existencia embobada.
Las musas a mí me ofertan
una vida saboreada...
las letras que siempre adecentan,
o una música gustada,
ensoñaciones que cimentan
con altivez descarada
ilusiones encantadas
que las musas me despiertan.
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