El
vaivén de un cristal
me acerca
un dulce aroma,
parece
el café que asoma
y
que lo ansía el personal.
Pared
transparente sin cal
allá
confluyen dos idiomas,
hogaza
torrada se toma
empezando
a despertar.
Fragancia
de buen limpiar
Irina ya no se demora,
y revolotea
cual paloma
trayéndonos
un buen pan.
Desviviéndose
por atender
dos
hermanos se desvelan;
violines y flautas, Daniel;
sirve
y va recogiendo ella;
y en
eso se dejan la piel;
con ayuda en la cafetera
nos preparan un buen café;
en avenida de Hytasa era
donde
yo mismo los encontré
en CAFETERÍA DANIELA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario