Se
dibujó en una viñeta
el fin
del siglo pasado,
llegando nuevo, impulsado
como chulo de discoteca.
Cual
“fugace” cometa
en
un céfiro olvidado
permanecimos
callados
y nos pusimos la careta.
Se
abrió una gran grieta
con
mil precios elevados,
parlábamos
de centavos
y
sentíamos mil rabietas.
Si
leías las gacetas
y
periódicos asociados
se
te hundía la bayoneta
de
los dineros timados;
hicieron
nuestra "puñeta"
de
ese valor tan preciado
y
mutamos a marionetas
cual
europeos novatos.
No
sé si fue una treta
o un vil engaño calculado
cambiando
por “toa” la jeta
un
€uro modernizado
por
mi querida peseta.
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