Si alguien la vuelve a ver, dígale que nunca dejé de escribirle, aunque mi alma se haya quedado sin tinta.

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jueves, 30 de enero de 2020

BIENVENIDA SANTA CRUZ.

El pasado año no vi la luz
de Bendita, porque ese día
una escala carmesí me decía
¡Que no! ¡Que este año no vas tú!

Recluido como un paúl
inoculándome melancolía,
me encomendé en la Abadía
orando de tarde al buen Jesús.

Nueva oportunidad, nuevo azul
hoy en SIMOF aparecería
de popelín o de chaúl 
ese sol que  concebías,
con fresco aire andaluz;
otra colección que acontecía.
Siempre que abrías el baul
algo brillante contenía 
emanando desde su tragaluz
ese aire que difundías
con el color del altramuz
y mil volantes que lucían
con ribetes y al trasluz.
En estas rimas me apetecía
entre oropeles y canesús
¡Darte suerte Javi García!
¡Amigo mío, mucha luz!
Un abrazo en este tu día
en el que eriges tu Santa Cruz.




UN SOL GROSERO.

Acurrucado en el brasero
lo negro, la noche blandía
y el ocaso ya se fundía
escondido bajo el rasero.

Unos ojos no incluseros
exentos de cobardía
me producen gran rebeldía
y hasta me siento yusero.

Si quieres seré tu rosero
aunque la oscuridad me sumía
en ese "calorcillo" casero,
que en mi cuerpo se rendía.

De amanecida otra vez espero
por si la luna retrocedía
la luz llama cual fiel cartero,
y este alba ya podría
avisarle como un misero
lo que siempre le pedía
a ese sol tan grosero:
Que le diga a tus lindos ojos
cuando se abran; buenos días.


martes, 28 de enero de 2020

TUS LABIOS.

Me podrás pedir un cambio
porque mi ser te envida
con las cartas divididas
sin ningún posible dubio.

Nunca fui un soberbio
ni con el alma precavida
más bien diría que es atrevida
para mirarte sin agobios.

El libro de los proverbios
deja las palabras servidas
esas que nunca se olvidan
tal cual la dictara un sabio.

Sin sentimientos turbios
que tu corazón dividan,
no quiero ser el ubio
para un alma ceñida,
adormecer el resabio
de desilusiones vividas;
sólo quiero robar tus labios
para regalarles mi vida.



sábado, 4 de enero de 2020

UN HADA.

¡Oh preciosa y dulce Clara!
Desde el día de tu venida
allende el mundo de las hadas,
has sido y eres abogada
de todas las causas perdidas.

¡Oh preciosa y dulce Clara!
Sonrisa de cielo cernida
es lo más bello en tu cara;
¡Oh preciosa y dulce Clara!
entre ángeles sostenida.

¡Oh preciosa y dulce Clara!
Tus ojos siempre iluminan
al que por el mundo divaga,
y tu alma surge prendida
a una eminente y buena saga:
¡Oh preciosa y dulce Clara!
en tu vida están reunidas
mil sonrisas esperadas,
y en tu alma contenida...
¡Oh preciosa y dulce Clara!
el poder de Dios que te anida
convirtiéndote en una maga.
¡Oh preciosa y dulce Clara!