con espejos como crisol,
y un reflejo de tornasol
despertó a la mañana.
Si bien una nube fue botana
apagando despistada al resol,
la dibujó del color del lisol
y todo tras la tramontana.
Aromas de rosas sultanas,
de mil pepitas de girasol,
con ese fulgor de carasol
y de amapolas puritanas.
Plena de margaritas gitanas,
de jacintos con fulgor,
de mis hortensias capitanas
en un campo lleno de amor;
dama de noche... madrugada...
jazmines libres de prisión,
romero en flor temprana
y de azahar que es mi pasión.
¡Ay, amor, el amor!
Abrí lentamente mi ventana
y dejé entrar la luz del sol.
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| Foto extraída de: solucionesintegralesdeendesa.com |
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