Hay gentes desconocidas
que si salta tu voz de alarma
se acercan con toda la calma
a restañar tus heridas.
Hay gentes bien concebidas
que alguna vez hacen de talma
y eluden que críes malvas
porque el amor les anida.
A la maldad ya acaecida
poco a poco desarman
con pociones que preparan
como ancianos druidas.
Hay gente no desabrida
que con tocarte te ensalman
y cual si fueran el rey Midas
te mudan para siempre el karma;
tienen su virtud reconocida
de tantos vivientes que salvan,
con su veneración esparcida,
con una luz que me embarga;
son ejemplos de vida,
búscalos, no esperes a que salgan...
Tienen el corazón de caramelo
y rebosa de azúcar su alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario