Rezumando densas brumas
del océano sus aureolas
de caballitos las golas
sin desdén en la fortuna.
del océano sus aureolas
de caballitos las golas
sin desdén en la fortuna.
No ha remisión ninguna
si a la arena se asoma
de la orilla la estola
cuando acaricia las dunas.
Restos quedan en la laguna
donde cantan las caracolas
y bailan con batas de cola
las almejas que nos junan.
Ilumina todas sus corolas
el ardiente sol que las abruma
por la noche es la farola
y a la oscuridad acuna.
¿Por qué se quedó tan sola
mirando siempre a la luna?
El mar rola que te rola,
y de los piropos ayuna
la estrellas montan en las olas
y las va besando la espuma.
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Foto extraída de la página: universomarino.com |
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