¿Por
qué eres siempre celosa,
con
tu risa dulce y felina?.
Para
mí, siempre ilumina,
ésta,
mi vida fragosa.
Esa
boca grata y hermosa,
que
difumina a la inquina;
y
al dolor, va y lo destina,
a
una alta nebulosa.
Abre
ya tu alma melosa,
y
tus labios de coralina,
para
que tu ser me defina,
en
una sonrisa mimosa.
Dame
la llave preciosa,
que
mi yo, se desatina;
ya
no puede esperar más,
y
hasta mi voz desafina,
al
volverte a preguntar….
¿Tendré
que ir a buscarla,
hasta
en el fondo del mar?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario