Si alguien la vuelve a ver, dígale que nunca dejé de escribirle, aunque mi alma se haya quedado sin tinta.

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viernes, 9 de agosto de 2013

LLANTO DE ESTRELLAS.

Cuando el sol ya se dormita,
acurrucado en el horizonte;
la luna quizás afronte
en el cielo donde transita,
cerrar los ojos como un vidente,
o como una linda mocita.

Detesta el llanto y lo evita,
no quiere verlo de frente,
ya que está convaleciente
de cometas eremitas,
y de las estrellas candentes
que cada noche la citan.

Y se marchan, y la irritan;
mas nunca se lo comentes
porque en agosto pretende,
enamorar a los selenitas,
con los llantos que desprende
San Lorenzo en su visita.

No temas nunca un suspiro,
hasta las estrellas sollozan.
No tienes más que mirar
hasta el cielo, con solo un giro;
y sentirás llorar de luz
como flores de un espigo,
a las perseidas llorosas
con el brillo del zafiro. 



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