Sólo
a la luz de la luna,
mis
ojos buscan tus negros ojos,
la
noche tiene su antojo
y
tu sonrisa la abruma.
Sólo
a la luz de la luna,
escondido
me sonrojo
y
tu dulzura recojo,
como
una inmensa fortuna.
Sólo
a la luz de la luna,
silencios
que yo deshojo;
y
uno a uno los acojo
para
componer mis runas.
El
día no se hizo aún,
aunque
las sombras nos reúnan,
y
continúen con su runrún,
cada
hora, una a una;
la
noche se colorea de betún,
y
yo solo puedo ver tus ojos,
a
la clara luz de la luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario