Cuando usted acerca sus labios
a mi tan perdida boca;
resucito de un naufragio
y mi corazón se desboca.
Mi corazón se desboca
se despierta de un letargo
a los amores evoca,
dejan de ser amargos
y a la dulzura provocas.
Venga y abra su sonrisa
suspiros que me enamoran,
un halo de fresca brisa
que de tu bezos aflora.
De tus bezos aflora,
cúbrame con sus caricias,
ya el destino no me ignora,
ni mi alma es indecisa,
y mi razón no se azora.
Iluminan los caminos,
con su luz definitiva;
y en su mirada adivino
el color de aguamarina.
El color de aguamarina,
luceros azul de cielo
que tristezas arruinan,
a las penas dan consuelo
y a los que miran fascinan.
Me he perdido en su sonrisa,
en sus labios y su mirada,
me he extraviado en esa brisa
que su perfume derrama.
Que su perfume derrama
me he enredado en su cabello,
y en su belleza sultana:
Loco estoy por darle un beso
mi querida y bella dama.
ESTRIBILLO
Y SI ALGUNA VER PRESIENTO
QUE SU AMOR SE ME HA OLVIDADO
BUSCARÉ EN EL PRIMER BESO,
Y SI AFLORA UNA SONRISA
ES QUE SIGO ENAMORADO.
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