Emergen oscuros mechones
de la profundidad más espesa,
soñando en ser de princesa
sin imponer condiciones.
Sueños de plata a borbotones
recostados en acolchada calesa;
una estrella de diamante apresas
para contarle tus emociones.
Blanca saya por faldones
con el sol que la atraviesa
y la luna te torna obsesa
para olvidar tus ilusiones.
Espejito, de mil amores
¿Es la luna más bella que yo?
Porque la miro y remiro,
y no encuentro otra razón,
que se tornó muy celosa
pues aunque el sol la pretendió,
a ella la corteja un hombre
en el que encontró el amor.
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