Celestes alas de mariposa
cual colibrí muy ufano,
arribaste a mi pantano
tras una velada golosa.
Como en la Hamelin hermosa
en un río repleto de humanos;
tú, con tus tenues manos
tomas una flauta exitosa.
Corcheas y fusas deliciosas
surgen en céfiro liviano
con tu aire campechano
y esa melodía medrosa.
¡Oh libélula prodigiosa!
Con flautín verde y galano,
te permites ser ambiciosa
silbando sones gitanos
revoloteando decorosa.
¡Oh libélula prodigiosa!
Apiádate del ser humano,
no seas tan recelosa,
imponle castigos livianos
ya que serás mucho más dichosa
siendo un zapatero artesano
con celestes alas de mariposa.
Poema inspirado en esta foto de mi amiga Bego Sánchez.
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