Ella decapitaba por codicia,
siento con temblor a la Reina Roja
porque las cartas, maligna, deshoja
en el mundo de ensueños de Alicia.
¿No es esta tiara una delicia?
¿Y esas plumas de marabú que aloja?
Quizá esa tez verde que me sonroja
y que abre las puertas a mis desdichas.
Veo un mar de naipes cual triste ciego
que se pierden en baraja de olas,
mas con mis rimas yo la enjalbego,
con este retrato de manto y cola,
disparo fugaz de mi amiga Bego
transmutando en Reina a una amapola.
Te ha quedado preciosa la poesía.....muchas gracias Jose Manuel.
ResponderEliminarMuchas gracias.
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