Moldear una linda cara
con bellos luceros que anidan
en dos órbitas que son divinas
y que nunca se separan.
Soñar un pétalo que engalana,
el pico de una golondrina,
o ¿por qué no? repentina
la cintura de una gitana.
El árbol de una sabana,
una concha rosmarina,
el delta del río que termina,
o una hoja de marihuana.
¡Tantas cosas son creadas…!
Tantos sueños que terminan
hechos bolas y en tarrina
donde siempre son guardadas.
Con ella entre tus manos
te creíste un Dios, quizás
al igual que yo con esta rima,
porque pudiste al fin crear,
aunque sea con plastilina.
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