Si alguien la vuelve a ver, dígale que nunca dejé de escribirle, aunque mi alma se haya quedado sin tinta.

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jueves, 2 de mayo de 2013

CUPIDO.

Querido angelito Cupido (de los cojones):

¿Por qué te empeñas, consciente
de disparar a un chiquillo
que no es más que adolescente
y que se le cae la baba
por la que no lo mira de frente?

¿Por qué disparas sabiendo
que la otra va y le miente,
y, aunque mire y siga mirando,
y se declare abiertamente,
no le hace ni puto caso
a ese muchacho decente?

¿Por qué disparas, si sabes
que esa mirada absorbente
de la chica es para otro,
al que mira muy candente,
y que, a su vez, ése mira de reojo
a la que no tiene enfrente?

¡Ay Cupido, Cupido mío!
¡A ver si vas aprendiendo
que, aunque seas un angelito
y todo ya debas saber,
cada vez que  dispares, por favor,
que sean dos flechas a la vez!




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