UNA PALABRA TUYA.

Tengo el corazón partido,

por tu cruel indiferencia

y solicito tu clemencia,

para darle algún sentido.

Quizás fue un simple descuido,

lo maldices con tu ausencia,

y le privas de tu presencia

dejándolo malherido.

Perdona, si he insistido

en solicitarte audiencia,

sueño con la vivencia

de poder hablar contigo.

No puedo ni quiero ocultarlo,

nuestro amor quizás concluya,

y nuestra pasión se diluya;

mas no tengo que contarlo…..

sabes que una palabra tuya,

bastará para sanarlo.

EL SILENCIO DE TU NOMBRE.

Pongo atención al viento,

que rebosa por mi esquina,

como una prosa lorquina,

sólo oigo tu silencio.

Sólo se escucha el lamento,

de una puerta confundida,

un rumor de despedida,

sólo oigo tu silencio.

Tu voz ya no la siento,

ni tu sonrisa perdida,

ni tu aliento a escondidas,

sólo oigo tu silencio.

Los días pasan muy lentos,

sólo siento tus heridas,

tus palabras sorprendidas,

sólo oigo tu silencio.

Soy un triste, y un sediento;

de tu amor me siento pobre

y sin que mi barca zozobre,

por avatares del viento,

quizás el milagro se obre

y solo quede por un momento;

el silencio de tu nombre.

TU AROMA.

Llegas de noche cerrada,

con tus ojos de Gioconda;

esos que tal vez escondan

la timidez de tu mirada.

Mirada de Monalisa

que derrite las barreras

y va abriendo las fronteras,

con la llave de tu sonrisa

Tus fonemas por bandera,

palabras de pitonisa,

con sentencias tan precisas,

tan picantes y cañeras.

Más lo que denota tu ausencia,

es la falta de tu perfume

que cautiva hasta la indecencia.

Tal vez mi mente se abrume

recordando tu presencia,

tal vez en mi alma se acune

un atisbo de inocencia;

mas ese aroma quedará por siempre,

en un recodo de mi consciencia.

(c) José M. Bou 2013

Foto de mi colección particular.

REBOSA DE ALEGRÍA.

Rebosa siempre de alegría;

que tus ojos se abren a la aurora,

y aunque trabajes sin demora;

derrocha siempre simpatía

y que resulte tan abrumadora,

hasta terminar el día.

Rebosa siempre de alegría;

que tus hijos a ti te adoran,

la vida nace embaucadora

y aunque sea sin algarabía,

resultará siempre guiñadora,

hasta terminar el día

Rebosa siempre de alegría;

una cerveza con amigos

con chistes que den abrigo,

o una barbacoa que ardía

y no mirarse nunca el ombligo,

hasta terminar el día.

Rebosa siempre de alegría

aunque sea casi sin testigos,

abre amplios tus postigos

y deja entrar a la luz del día

dorada como el rubio trigo;

bebe de un trago la vida,

deja ya de comerte el coco

y de pensar tanto, en demasía;

ve disfrutando muy poquito a poco,

hasta terminar el día.

SOLLOZOS.

Mi alma rebosa dolor,

por mis delicados ojos,

lágrimas que abre el cerrojo

que cerró un desamor;

blancos se volvieron rojos

cambiándose de color.

Paradoja y sinrazón,

todo se hace a su antojo;

así mismo el pañuelo cojo

cuando rebosa el humor

y con mis lágrimas mojo

mis mejillas con color.

También rebosa la emoción

por mis delicados ojos,

y mis frías manos remojo

con tibias gotas de sudor;

cuando entre ellas recojo

el perfume dulce de una flor.

Y cuando escucho una canción,

o una poesía hermosa,

con el cine de emoción,

y con el color de una rosa.

Aunque me tachen de llorón

y la lágrima no sea copiosa;

siempre que lloro rebosan

sentimientos del corazón.

QUIERO BAILAR CONTIGO.

Dos cuerpos vibrando al son,

en una melodía unidos,

acariciando tu espalda;

sintiendo tus tersos senos

y tus ojos esmeralda.

Dos cuerpos vibrando al son,

placer de mi sentidos;

me haces perder la calma

en el aliento de un beso,

rebosando mi karma.

Dos cuerpos vibrando al son,

con ese pelo reñido

el corazón me ensalmas,

manteniéndomelo  preso

y hasta mi vida desarmas.

Dos cuerpos vibrando al son,

con melodías ceñidos

que vuelan sobre la garma.

Porque al bailar contigo,

casi en el suelo no piso;

porque bailando contigo,

más alto el cielo diviso;

porque si bailo contigo,

otra cosa no preciso.

Quiero bailar contigo, mi amor,

y  penetrar en tu paraíso.

BUSCANDO EN EL BAÚL DE LOS RECUERDOS.

Buscando en el baúl de los recuerdos;

donde habita ya el olvido,

donde duermen  sentimientos,

donde se vuelven callados,

los sollozos y lamentos.

Buscando en el baúl de los recuerdos;

donde habita la tristeza,

donde duermen mil amores,

donde se vuelven brumosos,

los amargos sinsabores.

Buscando en el baúl de los recuerdos;

donde habita la nostalgia,

donde duermen años niños,

donde se vuelven irreales,

todos tus sueños antiguos.

Buscando en el baúl de los recuerdos;

donde mora la ilusión,

donde duermen las pasiones,

donde se vuelven morosos,

todos nuestros corazones.

Buscando en el baúl de los recuerdos;

buscando, buscando......

Buscando, a los que se fueron,

y a los que nunca vinieron.

Buscando, buscando.....

olvidos, aunque pequeños.

Buscando, todos buscamos siempre

en el baúl de los recuerdos.

AY, SOLEDAD.

De tanto vivir contigo,

me estoy acostumbrando a ti;

si se puede llamar vivir

a tu relación conmigo.

Despreciarte no consigo,

antes yo no lo advertí;

y por un momento creí

que sería hasta tu amigo.

Otras veces contradigo,

te necesito junto a mí;

pero quiero vivir sin ti

no quiero que seas mi abrigo.

No quiero dormir contigo,

no quiero pasear por ahí

con tus labios carmesí

y junto a ti, por castigo.

Quiero separarme de ti

sólo tenerte cuando quiera

soledad, déjame al fin

hasta el día que te requiera.

AMOR.

No sería muy peculiar

escribir cosas de amor,

mas tengo tanto terror

que prefiero divagar.

Perderme en la melancolía

y con palabras jugar

hasta el sol del mediodía.

Mi corazón tiene  alas

listas para volar,

pero está en una jaula

sin puerta, sin ventanal.

Alguien algún día vendrá

y pagará la bula

y estaré en libertad,

como cuando mi mente fabula.

Mi pluma no tiene tinta:

escribe con corazón.

Mas, cuando tiene ocasión,

el plumín hace una finta,

se deriva a otra pasión

y entonces entra en el juego

la posible sinrazón.

Si no lo tienes, lo imploras,

aunque solo sea un rumor.

Si lo tienes, lo deploras,

y tampoco lo valoras;

mas, si lo diluyes en pasión,

al final te encuentras sola,

sin deseo y sin amor.

MÁSCARAS DE TEATRO.

Desde que empiezas a mamar

miras con ojos de niño

y te tratan con cariño,

pues no vayas a llorar.

Caretas para estudiar

y reírte del maestro;

y si luego bien la adiestro,

una máscara será.

Una máscara para charlar

en debates con amigos

y, al luchar con enemigos,

máscaras para rezar.

Máscaras para tratar

con compañeros, con hijos,

con tu pareja, contigo.

Máscaras para no hablar.

Por eso lo digo claro,

y de ello no me retracto,

que la profesión más elegida

es la de actor de teatro

porque todos en la vida

actuamos y actuamos.