De
tanto vivir contigo,
me
estoy acostumbrando a ti;
si
se puede llamar vivir
a
tu relación conmigo.
Despreciarte
no consigo,
antes
yo no lo advertí;
y
por un momento creí
que
sería hasta tu amigo.
Otras
veces contradigo,
te
necesito junto a mí;
pero
quiero vivir sin ti
no
quiero que seas mi abrigo.
No
quiero dormir contigo,
no
quiero pasear por ahí
con
tus labios carmesí
y
junto a ti, por castigo.
Quiero
separarme de ti
sólo
tenerte cuando quiera
soledad,
déjame al fin
hasta
el día que te requiera.
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