A este dulce nombre atiendes,
incienso y mirra desprendes
allá por la loma, en las dunas.
¡Oh Belén de regia cuna!
Miras tú apasionadamente
a tanta, tanta, tanta gente
que nos abocas a la locura.
!Oh Belén dormido en la bruma!
En el siglo I despiertes
con escritos benevolentes
detallados en tus runas.
Tu aroma inunda y perfuma:
al felón Rey inconsciente,
a la Roma maldita que tortura
y al Gran Sanedrín viviente.
Escribes la historia con la pluma
de los bodegueros pacientes,
de costureras que abruman,
de los alfareros más pudientes,
de cataratas que rezuman
dulces ríos de aguas ardientes.
De panaderas morunas
de pescaderas sedentes,
de un zelote sin fortuna,
del pordiosero invidente,
de una guardia bien machuna
con la muralla presente.
Un cambista con tribuna,
bailarinas excelentes,
mercaderes en la laguna,
enjuiciando firmemente
sin violencia alguna.
Hay animales presentes
con olivos de aceitunas
y una estrella iridiscente
que casi apaga a la luna.
Un portal prominente,
un gran buey y una mula,
unos magos de Oriente,
José, María y el durmiente
Niño Dios que está en la cuna.
¡Oh Belén de blanca espuma!
Realmente eres consciente
que a mi Sanlúcar abrumas
con esa representación elocuente
que en San Pedro hoy reúna
al grandioso Belén viviente.
(c) José Manuel Bou Aguilar/ Belén viviente 2019.
Foto de la página del Belén Viviente de facebook. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario