¡Qué dulce camina Ella!
Esos llorosos y tristes ojos
compungidos y dolorosos
por entre el incienso y su niebla.
¡Qué primorosa viene Ella!
Con ese caminar hermoso
y la pena en su bello rostro
que cautiva con su tristeza.
¡Qué hermosa viene Ella!
Hasta la esquina de Miguel
donde te espero siempre de pie
por tu dignidad de Princesa.
¡Qué grandiosa viene Ella!
Pasan raudos tantos años
mas sigues siendo la Estrella
que borra mis desengaños
con la mirada más bella.
Cuando llega a los aledaños
donde su capilla se revela
tengo sentimientos extraños
que en mi alma deja Ella.
En mi vida otro peldaño,
otro más como desde antaño,
cada vez más grande es su huella.
Y ahora que llegó mi otoño,
ahora que los años me atropellan
ahora que te estoy buscando
con el alma de amor plena…
Termino esta estrofa clamando:
¡Qué deslumbrante viene Ella!
(C) JOSÉ M. BOU 2023
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