¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
Como todo buen cristiano
como todos nuestros hermanos
tenemos siempre nuestra Cruz.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
Somos seres humanos
por eso necesitamos tus manos
que nos impregnen de luz.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
No queremos estar lejanos
por ello todos somos marianos
mucho más si cabe, aún.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
La del paso de la Canina,
cuando se acercaba al contraluz
evadiendo caprichos vanos
con su palio de cielo azul.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
Esa que será siempre tu guía
como la dorada de betún
que abría antaño la cofradía.
Una de plata con arte y virtud,
de penitente; la del día a día
que llevo desde mi juventud
y que sin Ti jamás podría.
Ya cuando lo proclamó Jesús
Él sabía bien que Tú nos ayudarías…
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
¡Pero no sueltes la mano de María!
Como todo buen cristiano
como todos nuestros hermanos
tenemos siempre nuestra Cruz.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
Somos seres humanos
por eso necesitamos tus manos
que nos impregnen de luz.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
No queremos estar lejanos
por ello todos somos marianos
mucho más si cabe, aún.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
La del paso de la Canina,
cuando se acercaba al contraluz
evadiendo caprichos vanos
con su palio de cielo azul.
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
Esa que será siempre tu guía
como la dorada de betún
que abría antaño la cofradía.
Una de plata con arte y virtud,
de penitente; la del día a día
que llevo desde mi juventud
y que sin Ti jamás podría.
Ya cuando lo proclamó Jesús
Él sabía bien que Tú nos ayudarías…
¡Sígueme, ven, toma tu Cruz!
¡Pero no sueltes la mano de María!
(C) JOSÉ M. BOU 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario