Barrio de adoquines por solería…
Y cuando llegaba el Sábado Santo
una llovizna iniciaba su canto
para adorarte también a Ti, María.
Barrio cercano a la judería
donde próximo a las murallas tiene el
encanto
miro a las nubes y me espanto
¡Porque no lloviera, cuánto daría!
Barrio que se llena de algarabía
si el radiante sol te va dando
pero guarda silencio y llanto
cuando te besa el arcoíris aún de día.
Capilla que atesoraré
por el resto de mis años
no sé qué hacer podría
por retener tus encantos
en una noche sola y fría
o en madrugadas de quebranto.
En
mi alma cada hora sentiría
no sé cuánto regocijo ¡Cuánto!
Si pudiera dormir para siempre dormiría
allí a tu lado, en tu barrio.
El perfume de tu casa llevaría
como en un cofre sacrosanto
con todas las fotos que llevo todavía
mientras sigo y sigo caminando.
Pero seguro sé, que algún día
del que no sé cuándo será, cuándo
hacerme contigo una foto me gustaría
allá arriba en lo más alto.
Madre Soledad, Virgen María;
¡Reina y Señora del Sábado Santo!
(c) JOSÉ M. BOU 2023
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