Nada hay que se le compare,
ningún pecado ni virtud;
ni promesas, ni verdades;
ni tinieblas, ni la luz.
Libertad, ¿la tengo? Dios me ampare.
Falta sentimiento que la iguale;
me desconcierta su hallazgo;
en el campo apresa los olivares,
el dinero, te hace su esclavo.
Libertad, ¿la tengo?. Dios me ampare.
Entendida como llave,
abre puertas y ventanas.
¿Y si en verdad no las abre,
Y, además, cierra tu alma?
Libertad ¿la tengo? Dios me ampare.
Libertad, ¿de qué me vale?
Si la busco, soy su presa;
libertad que a mí me cale
será difícil y me pesa.
Libertad ¿la tengo? Dios me ampare.
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