Si alguien la vuelve a ver, dígale que nunca dejé de escribirle, aunque mi alma se haya quedado sin tinta.

Seguidores

domingo, 5 de abril de 1992

YA HUELE A SEMANA SANTA.


¡Sanlúcar!
Abre ya los cerrojos de tu alma y planta en la esquina tu Cruz de Guía con sombras de tu Cristo de San Pedro.
Que tus blancos muros, sean túnicas de cal y tus tejados antifaces de barro con los que vistas de nazareno en tu inmensa procesión de Fe.
Que tus lágrimas sean cera iluminada, donde se refleje una canastilla dorada que porte; la bendición, el cautiverio, la oración, la humildad,  el calvario, la cruz, la muerte y el descendimiento.
Que de tus gargantas manen sones musicales para aliviar su calvario.
¡Sanlúcar!
Que tu amor sea bandera sin pecado.
Que tus flores sean estandarte cofrade.
Que tus campos sean costal y tus corazones costaleros.
Que los rayos de tu sol, sean candelería de un trono de plata, para que con tu cielo azul por palio, mezan con arte…
A la comprensión, al refugio, a la intercesión, a la realeza divina, y al amor.
¡Sanlúcar!
Que el canto de tus jilgueros sean notas musicales que vuelen al viento; para que con tu aroma de azahar y el humo de la cera ardiendo, en una gran nube de amor, suban al cielo diciendo:

¡SANLÚCAR, YA ESTÁS EN SEMANA SANTA!
¡SANLÚCAR, YA LA ESTÁS VIVIENDO!

Que así sea.





No hay comentarios:

Publicar un comentario